Desde la montaña te observo,
el animo no es el mas propicio;
el recuerdo me tiene entre cuerdas.
Los viajes felices;
las alegrías;
estar juntos otra vez,
sentir la proximidad de mi amada.
Aquí, en mi pecho,
hay un gran eco sentimental.
El río se lleva mi vida,
tu presencia lo evitaría.