Desde que la vida te puso en mi camino
siento que tu amor le roba vida a la muerte,
que tus palabras acallan mi silencio
y que mis manos acarician la perfección.
Desde que la enfermedad se puso en vuestro camino
siento que tu te estas marchitando,
tu silencio hace hablar a la incertidumbre,
mis brazos te mantienen en pie.
Desde que la muerte me despojo de ti
siento tu corazón muy lejos.
Tu silencio son todas las palabras que dijiste alguna vez;
mis brazos están caídos.
Desde que la esperanza se apodero de mí
siento latir tu corazón junto al mío,
tu silencio es mi silencio
y mis manos han hecho un nudo en el cuello
que me asegura la eternidad a tu lado.
