Las
reglas fueron hechas
para
corromperlas.
Las
prohibiciones
son
encantadoras.
El cura
de mi pueblo
disfruta
mucho de lo prohibido,
para
luego
él mismo confesarse.
Las
catedrales europeas
os deja ciego con su brillo;
el que
fue despojado
de los
aniquilados pueblos originarios americanos.
Las
reglas fueron hechas
para
corromperlas.
Las
prohibiciones
son
encantadoras.
Todo lo
que se mueve y no camina
tiene
que ir a parar a la cocina.
¿Entonces
porque tiraron al horno
a los
del otro lado del continente?
Cierto:
“eran animales”
Estos
animales se transformaron en hombres
solo
aceptando,
por
obligación y por la necesidad de seguir
con vida
la
religión cristiana.
En esa
gran obra de teatro,
con un
gran libreto
obraron
por “el bien”
trayendo
el mal a estas tierras.
Las
reglas fueron hechas
para
corromperlas.
Las
prohibiciones
son
encantadoras.
Lo
obsceno no se debe observar.
Lo
obsceno no se debe hacer.
Pero si
lo hacemos en secreto
esta
todo bien.
La
religión no mueve montañas,
coloca
montañas donde antes no las había.
El
océano quedó chico
para
prevenirnos de estos barbaros.
No
pueden matar al que odian,
porque
en el fondo lo quieren y lo necesitan
Al
resto, “los animales”
los
exterminan.
Las
reglas fueron hechas
para
corromperlas.
Las
prohibiciones